10 de noviembre de 2012

Parque Natural de la Cumbre, Circo y Lagunas de Peñalara

Hablar del Parque Natural de Peñalara es hablar de lagunas, riscos, montañas, cumbres, charcas, praderas, pinares, nieve y un sinfín de cosas más, ya que la biodiversidad que existe en su interior es extraordinaria. El Puerto de Cotos alberga este Parque Natural cuyas cumbres forman una muralla natural que separa las provincias de Madrid y Segovia. Una de las características que hace este lugar singular es el gran número de lagunas naturales que acoge en sus 714 ha de extensión, además de por guarecer el Pico de Peñalara (Punto de mayor altitud de la Comunidad de Madrid con 2.428 m).
Este punto emblemático de la sierra madrileña, fue desde mediados del siglo XIX lugar de peregrinaje de científicos y naturalistas debido a su importante valor ecológico. A partir del año 1960 se instauró la estación de esquí de Valcotos, lo que supuso una importante degradación del medio natural. Es en el año 1990 cuando es declarado como Parque Natural y comienzan los trámites para cerrar la estación de esquí dado el impacto medioambiental que suponía para su conservación. Actualmente existen 6 rutas de senderismo dentro del Parque a partir de las cuales se pueden contemplar sus lugares más emblemáticos. En la Casa del Parque situada en la zona baja se pueden consultar una serie de paneles con las diferentes alternativas propuestas. Los deportistas también tienen cabida ya que las numerosas vías de escalada que presentan sus roquedos son un reclamo para los alpinistas; además, durante los meses de invierno está permitido realizar actividades de esquí de fondo. Es de destacar el trabajo que se está realizando durante los últimos años, gracias al cual se está llevando a cabo una serie de medidas cuyo fin es restaurar las zonas más deterioradas y conseguir mantener otros lugares lo mejor conservados posible.
“Foco científico durante los primeros años del siglo XX, eran numerosas las excursiones que organizaba la Institución Libre de Enseñanza por sus inmediaciones. Años más tarde, se construyó una estación de esquí que lógicamente fue desmantelada debido al impacto que supuso su construcción y su uso. Se trata del único Parque Natural dentro de los limites de la Comunidad de Madrid”.
Si se analiza de forma general, dado el marco y la altitud en que se encuentra prepondera el paisaje alpino con sus cumbres y crestas cubiertas por nieve durante gran parte del año, pero si se profundiza un poco más en su interior, se pueden descubrir numerosas sorpresas en forma de diferentes tipos de hábitats, suelos y formaciones que acompañan a las innumerables panorámicas que se pueden presenciar desde diferentes puntos. Las múltiples formas geológicas de origen glaciar que jalonan todo el terreno son una de las insignias de Peñalara, algunas zonas recuerdan por momentos a los glaciares del ártico, no obstante todavía se conservan vestigios de esa época; algunos procesos de los cuales todavía siguen activos. Los extensos mantos de hielo que cubrían hace miles de años las cumbres de Peñalara han dado lugar a turberas, morrenas, circos y hoyas, entre otras formaciones geológicas. Las zonas de turberas tienen un elevado valor paisajístico que principalmente es debido a las tonalidades que aportan al terreno, colores oscuros que recuerdan a los países del norte de Europa donde existen grandes extensiones en las cuales hay una gran presencia de estos tipos de suelos abundantes en materia orgánica. Las zonas más altas parecen verdaderos paisajes lunares rodeados de numerosos cantos, sin apenas presencia de vegetación y con numerosas masas de agua salpicando el terreno. La sorpresa, es un factor muy importante en este paisaje, ya que son numerosas y van aflorando gradualmente en el terreno; efectos que se acentúan cuando se llega a los lugares mas emblemáticos como La Laguna de los Pájaros o el Pico de Peñalara. Sin duda la estacionalidad tiene una gran importancia en este paisaje ya que la transformación a la que se ve sometido a lo largo de las diferentes estaciones del año es total, con unos grandes virajes que no se repiten de un año para otro.
Si se escucha la palabra limnología probablemente muy poca gente sepa de que se trata, pues bien, esta ciencia estudia la ecología de las aguas continentales, en este paisaje tiene un gran importancia dado que se trata de la única zona de la Comunidad de Madrid catalogada como RAMSAR (humedales declarados de importancia internacional). Se han llegado a registrar más de 200 lagunas, charcas y arroyos en todo el Parque, cuya importancia ecológica y biológica no tiene precio. Entre este sin fin de zonas húmedas destacan Las Lagunas de Los Pájaros, de Peñalara y de Los Claveles; además, numerosos  arroyos y pequeñas cascadas inundan los suelos y las paredes de los roquedos, transformando el paisaje por momento en zonas inundadas que se asemejan salvando las distancias físicas a estuarios fluviales formados en este caso por el deshielo, ya que durante gran parte del año estas masas de agua permanecen congeladas. El paso del hombre se manifiesta en formas arquitectónicas tales como El Refugio Zabala o La Casa del Parque, ambos señalan la huella que dejaron los primeros hombres que pisaron las cumbres de este pico emblemático con el fin de realizar estudios biológicos y geológicos.
“Las numerosas lagunas y charcas que invaden el paisaje tienen una gran importancia en su definición, la multitud de formaciones geológicas de origen glaciar provocan que sean numerosos los hábitats que se pueden encontrar. Para poder disfrutar plenamente del paisaje el mejor momento del año para acudir es durante los meses de Abril y Mayo, ya que es en esta época cuando el proceso de deshielo se encuentra en su punto álgido”.
La altitud toma una gran importancia en la distribución de la vegetación, quedando muy marcados los diferentes pisos. En las zonas de menor altitud predominan masas de pinares compuestas por Pino silvestre o albar; que según se van ascendiendo, dan lugar a zonas arbustivas cuyas especies más representativas son piornos y enebros. Un piso más arriba surgen grandes zonas de pastizales formados principalmente por diferentes especies de gramíneas. En cotas de mayor altitud se dan únicamente especies alpinas, adaptadas a condiciones de bajas temperaturas y expuestas a fuertes vientos, cuyos ciclos suelen ser anuales, como es el caso de los Narcissus y Crocus; muchas de estas especies alpinas suelen tener floraciones espectaculares durante los meses de primavera. Para los amantes de la botánica se trata de un destino ideal, ya que están catalogadas numerosas especies vegetales endémicas y amenazadas. Además, Dadas las condiciones climáticas son numerosas las especies de helechos y sobretodo líquenes que pueblan las laderas de esta montaña. En cuanto a la fauna, los anfibios son la referencia de este lugar, su presencia es un índice de la escasa contaminación de las aguas y el medio ambiente. Se pueden contemplar y escuchar diferentes especies de sapos, ranas, tritones y salamandras que conviven con pequeños reptiles y mamíferos. Además, están catalogadas numerosas especies de aves, destacando especies tan amenazadas como el buitre negro o el águila imperial.
Este Parque Natural pertenece al término municipal de Rascafría, población madrileña situada en el Valle del Lozoya y concerniente a la vertiente madrileña de la Sierra de Guadarrama. La riqueza natural de sus alrededores es inmensa, ofreciendo numerosas rutas verdes y pequeños parajes de parada obligatoria como el Puente del Perdón y el Arboreto Giner de los Ríos. Otro tesoro situado en esta localidad es el Monasterio de Santa María de El Paular; esta abadía fundada el año 1390 que lleva tras de sí una larga trayectoria histórica de hechos y leyendas es una autentica joya arquitectónica que merece la pena visitar.

© Autor: JOSE ANGEL MACHO BARRAGUES, INGENIERO AGRÓNOMO. 2012 ©
Joseangel.macho@hotmail.com
* Articulo publicado por la revista "Mundo del Agrónomo, Nº 19"

No hay comentarios:

Publicar un comentario