Este Parque Nacional australiano encuadrado en el estado de Queensland y situado a unos 70 km al sur de su capital (Brisbane) se encuentra enclavado en la costa oriental de Australia y es uno de los claros ejemplos y más extensos del mundo de selva subtropical y bosque templado húmedo, cuya riqueza natural y biodiversidad son ilimitadas.
Dividido en tres partes principales, la zona montañosa, la meseta y el puente natural, este lugar asombroso forma parte de los Bosques húmedos Gondwana de Australia (declarado patrimonio de la humanidad en 1986 por la UNESCO). De origen volcánico, toda la superficie de este Parque Nacional está constituida por rocas volcánicas de diferentes texturas y características. Los ríos “Nerang” y “Little Nerang” recorren las tierras de este lugar, dejando durante su recorrido cascadas y saltos de agua hasta desembocar en la costa dorada. Sin duda alguna, el puente natural es uno de los puntos más afamados de este lugar, se trata de una cascada que se precipita a través del techo de una formación rocosa basáltica que recrea un autentico pasadizo natural con forma de arco y en cuyo interior se puede disfrutar del espectáculo que ofrecen luciérnagas y hongos luminiscentes. En la soledad de la oscuridad, es cuando se concentran un mayor número de estos organismos que se iluminan cuando cae la noche y que junto a los miles de murciélagos que pueblan las cuevas resulta un espectáculo inolvidable e increíble para las personas que lo han podido vivir. Dentro de la zona montañosa, el pico más legendario es el monte Cougal, desde cuya cima se pueden contemplar las distintas partes en que se divide este maravilloso bosque subtropical. La parte de la meseta ofrece numerosas rutas de senderismo para recorrer los lugares más recónditos, además se encuentran jalonados de cascadas y zonas de miradores para que todos los visitantes puedan disfrutar de sus paisajes.
El conjunto de sus montañas, las numerosas precipitaciones que se registran y su uniformidad a lo largo del año, su proximidad con la costa oceánica y las escasas oscilaciones térmicas anuales han dado lugar a una gran masa de árboles que han formado un gran bosque templado húmedo o laurisilva en el que predomina la presencia de grandes árboles de hoja perenne. Respecto a las diferentes especies que componen este fabuloso vergel, destacan los grandes conjuntos de diversas especies de árboles Cedar y ficus; así como las pertenecientes a los géneros Lophostemon y Srgyrodendron; en los estratos inferiores predominan los helechos arborescentes (Dicksonia). Debido a la competencia por la luz, son numerosas las especies que a causa de su vigor actúan como predadores de otras plantas, en un principio usándolos como soporte y más tarde colonizándolos por completo impidiendo que la luz solar les alcance. Asimismo, resultan espectaculares las raíces aéreas de las que disponen algunos ejemplares de estos árboles totalmente cubiertas de musgos y líquenes, donde también son comunes las lianas y las plantas epifitas (enraízan sobre otros ejemplares sin llegar a ser parásitos). Otra característica peculiar son los numerosos fósiles vegetales vivientes que acoge este maravilloso lugar en su interior, como pueden ser las espectaculares y célebres hayas antárticas (Nothofagus moorei), englobadas en el conjunto conocido como flora antártica y cuyo origen se sitúa en el antiguo supercontinente de Gondwana; que incluía las actuales Australia, Antártida, Sudamérica y África, lo que explica que algunas de estás especies solo aparezcan en lugares tan lejanos y a su vez tan relacionados como Chile y Australia. Durante la primavera resultan espectaculares las explosiones de flores que se producen en los brezales que salpican todo el territorio próximo a la meseta, donde destacan especies como la “Banksia” y el “Spiked Mint-bush”. Respecto a la fauna, se trata de un lugar en el que abundan pequeños roedores de hábitos nocturnos, como el escurridizo possum o el glider del azúcar. Además, más de 100 especies diferentes de aves anidan en sus territorios, como pueden los magnificos y coloridos papagayos, las cacatúas o los satenes. Al igual que en todo el continente australiano, prosperan numerosas especies de reptiles y anfibios; entre los que se encuentran grandes ejemplares de monitores y diferentes tipos de ranas arbóreas. Por ultimo, es de recalcar la presencia de koalas en la parte baja de las montañas, aunque muy escasa ya que requieren zonas arbustivas de transición donde el clima es más soleado y seco.
Aparte de los numerosos senderos y rutas sugeridas adaptadas para distintos niveles y distancias, está permitido realizar camping en determinadas áreas de este magnifico Parque Natural. La mejor época para disfrutar de todo el esplendor de este lugar es durante el verano (desde noviembre hasta marzo). Se recomienda consultar el parte meteorológico antes de acudir ya que dada la inestabilidad climatológica de la zona, las rutas pueden estar cerradas al público; por lo que también es muy recomendable llevar consigo chubasqueros y ropa de abrigo. Para obtener una mayor información se puede consultar la página web oficial del gobierno Australiano http://www.nprsr.qld.gov.au/parks/springbrook.
@JOSE ANGEL MACHO BARRAGUES y JOSE ALMANZOR MARÍN GONZALEZ @
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