Estando cercana la manifestación a favor del lobo vivo del próximo día 12 de marzo en Madrid, resulta necesario conocer a fondo la realidad de uno de los emblemas de la fauna española. Animal que alcanza el titulo de mito, levanta pasiones y admiración a la vez que es perseguido y odiado por otros. Después de consultar y estudiar varios medios especializados y diferentes asociaciones de ambos lados se pueden descifrar una serie de claves para entender mejor este conflicto de actualidad.
España es el país europeo con un mayor numero de lobos vivos, actualmente su presencia se reduce a la parte occidental norte de la península ibérica, principalmente en Galicia, Cantabria, León, Zamora y Asturias, existiendo ademas poblaciones recurrentes en pirineos, resto de castilla y león, Madrid, País Vasco, La Rioja, Castilla la Mancha, Extremadura y Sierra Morena. En cuanto a la normativa vigente, a grandes rasgos la Unión Europea regula bajo la directiva hábitats que al sur del rio Duero el lobo esta totalmente protegido y al norte es una especia cinegética, regulada mediante cupos, gestionados a su vez por las diferentes autonomías, otra vez las autonomías. La creación de una comisión especializada y profesional con fondos europeos para la investigación, estudio y conservación del lobo sería una declaración de intenciones por parte de la Unión Europea que si se llevara a cabo ayudaría a entender mejor la situación actual.
Los casos recientes y aunque parezca mentira reales en los que han aparecido ejemplares decapitados, ahorcados y mutilados de lobos ibéricos en aparcamientos, puentes o postes de pueblos han llamado la atención de numerosas personas ya sean del ámbito del ecologismo, la naturaleza o simples ciudadanos de a pie. La figura histórica del alimañero desapareció en nuestro país afortunadamente allá por el año 1970, desgraciadamente aun hoy en pleno año 2017 su sombría figura sigue presente con la diferencia de que el antiguo actuaba desde el desconocimiento, la necesidad y el hambre para liberar a las poblaciones rurales de sus enemigos naturales, todo ser vivo que compitiera y que amenazara la subsistencia de las personas que vivían de la agricultura y la ganadería.
Que España sea el país donde mas lobo hay de Europa Occidental en parte tiene que ver con el proteccionismo y la divulgación que se le dio a partir de los años 70, movimiento encabezado por el gran D. Félix Rodríguez de la Fuente, momento en el que nuestro protagonista estaba prácticamente extinguido, con apenas 400 individuos. Aunque también es cierto que nos encontramos en el país europeo donde mayor biodiversidad hay, envidia me da pensar como sería nuestro país a principios del siglo XX, o incluso en la época romana cuando se aseguraba que una ardilla podía atravesar de norte a sur la península ibérica trepando de árbol en árbol.
Uno de los mayores problemas de este debate esta en que los censos de población que se manejan son de hace 30 años con lo que no se sabe a ciencia cierta el numero actual de lobos, este estaria en torno a 1500 o 2000 aproximadamente. Una parte importante para realizar estos censos es el número de cabezas por manada a tener en cuenta ya que puede hacer variar mucho la cifra total final. De nuevo, seria necesario por parte de la administración realizar un censo actualizado y modernizado por profesionales contratados que diera una idea del estado actual real del lobo en España.
La ganadería actual nada tiene que ver con la que se practicaba hace 100 años, la modernización y la tecnificación han incrementado los rendimientos y la rentabilidad, aunque debido ha otros factores el resultado es una ganadería moderna en la que los márgenes de beneficio son muy estrechos pero rentable, con tendencia a la desaparición de las pequeñas explotaciones y muy dependiente de las ayudas gubernamentales. El estado reciente de la ganadería se debe a la bajada de precios general, el abandono de la población de las áreas rurales y la introducción en el mercado de carnes provenientes de países en los que el coste de producción es mucho menor que en España, el lobo por lo tanto se puede considerar, salvo excepciones, que es un mal menor. Que la presencia del lobo este ligada a zonas en las que hay ganadería no es del todo cierto, ya que la distribución del lobo durante los últimos 100 años ha ido reduciéndose al norte del Duero debido a que ha encontrado menor presión humana en estas zonas alejadas de grandes núcleos poblacionales en un medio mas agreste y difícil de acceder al que se encuentra mejor adaptado; ya que por ejemplo, existen otras zonas ganaderas por excelencia como Salamanca o Extremadura donde los ataques y su presencia son mínimos. La ganadería y el lobo pueden convivir en equilibrio y coexistir ya que ésta no es el único alimento del lobo, ademas existen numeroso métodos tradicionales que hay que promover e insistir para evitar y minimizar los ataques como son la presencia de mastines, vallado eléctrico, encerrar el ganado por la noche, instalar cercados o hacer un pastoreo vigilado. Durante los últimos años se ha instaurado un programa de ayudas y seguros, que aunque serian ciertamente mejorables, aseguran una parte económica de todas las perdidas por ataques. El hombre necesita a estos dos actores en un entorno en el que ambos deben coexistir al encontrarse interrelacionados desde que existe la ganadería como tal con el hombre prehistórico, no en vano el lobo llego a ser un animal domesticado.
El control cinegético de esta especie emblemática abarca varios matices, la caza del lobo persigue dos objetivos, por un lado conseguir el preciado trofeo de abatir uno de los grandes mamíferos ibéricos, por lo que se han llegado a pagar cantidades desde los 2.000 € hasta incluso los 9.000 € y por otro evitar su expansión y colonización para que así no se reduzcan las poblaciones de otras especies cinegéticas que serian alimento del lobo y que actualmente solo tienen como único depredador al hombre; jabalís, ciervos o cabras montesas serian algunos ejemplos. Existen estudios en la sierra de la culebra que relacionan la presencia del lobo con los mejores ejemplares de ungulados debido a la selección natural de los individuos mas fuertes y resistentes que hace la simple presencia de su depredador natural donde ecológicamente, el lobo se encontraría en la cúspide de una pirámide alimenticia completa. Actualmente sin ir mas lejos, en la comunidad de Madrid existen superpoblaciones en diferentes zonas de herbívoros como la cabra montesa o el jabalí, la causa principal es la ausencia de depredadores que puedan controlar estas poblaciones, ante esta falta aparece la figura del hombre, encargado de autonominarse para impedir la proliferación de estos herbívoros mediante la caza. Mención aparte tienen los abatimientos realizados en Parques naturales e incluso Parques Nacionales, espacios naturales donde la protección de la fauna y la flora alcanzan sus cotas mas altas, registrándose varios casos con total impunidad.
Las noticias relacionadas con el lobo tradicionalmente tienen una gran repercusión en nuestra sociedad, son numerosos los medios que se hacen eco cada vez que se produce un posible caso de ataque al ganado, rellenando paginas de periódicos y boletines informativos, incluso reporteros alertando del posible ataque del lobo al hombre, increíble pero cierto, todo ello indirectamente produce una sensación de miedo y rechazo innecesario ante este fantástico animal. Resulta sorprendente que se acuse a los defensores del lobo que lo hacen desde sus casas en la ciudad y de no conocer la realidad, afortunadamente hace años que existe la libertad de expresión y por otro lado hay que tener en cuenta que la figura del lobo se quiera o no es patrimonio natural de nuestro país y de Europa. Dar a conocer esta situación y actuar es fundamental para que se llegue a todos los estamentos de la sociedad e intentar solucionar el conflicto político y social al que nos enfrentamos. Por un momento pensemos cuando aparece en la televisión un documental de un tigre siberiano o de un oso panda y nos rasgamos las vestiduras por su futuro incierto. Pues bien, salvando las distancias, mucho mas cerca de nosotros tenemos el caso de otro animal emblemático al que tenemos que proteger de la mejor forma posible para que las futuras generaciones puedan disfrutar de su presencia en la naturaleza, dejar de lado la política y los intereses creados a su alrededor, fomentando por supuesto una ganadería competitiva, moderna y de calidad que pueda coexistir con muestro protagonista.
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