Regresamos al fabuloso parque Natural del Alto Tajo para descubrir un fantástico paisaje lleno de naturaleza e historia. El rio Tajo a su paso por las tierras situadas entre las localidades alcarreñas de Armallones y Ocentejo ha escavado un barranco en la roca caliza dejando como resultado los típicos cortados en el páramo que se pueden apreciar asiduamente a lo largo de todo el curso alto del rio mas largo de la península Ibérica.
En esta ocasión, el paisaje formado tiene la singularidad de que en su fondo se alojan una serie de rocas gigantes que cayeron provenientes de la parte alta del barranco debido a un movimiento de tierras provocado por un temporal a finales del siglo XVI, actualmente estos riscos se oponen al avance de las mágicas aguas turquesas del tajo creando saltos de agua, rápidos y pequeñas cascadas otorgando al paisaje movimiento y viveza. Tal fue el desprendimiento, que incluso llego a varar el rio durante varios días provocando un gran revuelo en las poblaciones cercanas, también existe otra versión de los hechos que aseguran que el derrumbamiento fue provocado por un seísmo.
Este paisaje resulta muy llamativo por la sensación de vida que da a medida que lo vamos descubriendo, su importancia geología, su histórico difícil acceso y el conjunto de todos los elementos que alberga en un pequeña superficie hacen que su disfrute sea intenso y nos deje con ganas de mas, dada su magnitud paisajística por momentos nos traladaremos a las montañas rocosas americanas.
Lugar de culto para los amantes de la geología, pliegues, fallas, cuchillares, cascadas tobaceas y travertinos adornan el paisaje por lo que su interpretación resulta espectacular y practica para los visitantes. En cuanto a la vegetación, los paramos están dominados por la sabina, en el cañón dependiendo de la iluminacion y su orientacion conviven especies atlanticas como tilos, avellanos y arces con otras adaptadas a temperaturas mas altas y menos humedad típicas del bosque mediterráneo como pinos o madroños y arbustos bajos como el romero, el tomillo y la cornicabra.
En las alturas el ave carroñera por excelencia de nuestra fauna, el buitre leonado, vigila todo el paisaje, otras aves como el águila perdicera o el Cernícalo conviven con ella en los escarpes, en los márgenes del rio habita la nutria junto a otros mustélidos como la garduña o la comadreja, además aparece el zorro, mamífero muy presente en todos los diferentes ecosistemas de la comarca del alto Tajo. En el curso del rio debido a sus bajas temperaturas y su alto contenido en oxigeno todavía se pueden contemplar la arrinconadas truchas comunes junto a barbos y bogas. Ciervos y gamos destacan entre los mamíferos herbívoros.
Para descubrir este paisaje habrá que partir del pueblo de Ocentejo a través de una pista forestal que se dirige hacia el propio rio del Tajo, a partir de este punto continua su curso de forma paralela hasta las ruinas de las salinas de la inesperada una ruta sencilla, muy agradable y espectacular.
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