Este paraje natural se encuentra ubicado dentro del Parque Natural de la Serranía de Cuenca, se trata de un mirador natural que ofrece unas vistas espectaculares de un río Júcar que transita bravo y furioso en su curso más alto atravesando terroríficos desfiladeros.
El Ventano del Diablo es un lugar
mágico, puramente natural, esculpido en piedra caliza, siendo un sitio ideal
para usar como un observatorio que actúa como una azotea para los visitantes
que quieren disfrutar del lado más salvaje de la Serranía de Cuenca. La estampa
que se dibuja desde este mirador es un emblema de la propia serranía donde
destacan biotopos tan singulares como el impresionante barranco que ha
escarpado y moldeado durante millones de años un río Júcar que conduce sus
aguas turquesas a través de rápidos, saltos de agua y pozas espectaculares. Este
pintoresco paisaje es un lugar ideal para contemplar diferentes elementos
kársticos, pudiéndose observar formaciones como cuevas, dolinas, barrancos o torcas.
Entorno al curso alto de río Júcar son muy frecuentes las grandes extensiones de
pinares, lo que, unido a lo abrupto e inaccesible del terreno, hacen un lugar
idóneo como cobijo de la fauna ibérica más salvaje, en este conjunto destacan
especies de mamíferos como el venado, el corzo, el jabalí y el muflón. Debido a
su situación y altitud, este entorno está sometido a una climatología singular que
recibe una gran pluviometría anual, en torno a 800 m, lo que confiere al agua
un gran protagonismo e influencia en el cincelado de las diferentes estructuras
que forman la unidad paisajística. Situado Justo al comienzo del Parque Natural
de la Serranía de Cuenca, en la localidad de Villalba de la Sierra aparece el
ventano del diablo, lugar que cuenta con su propia leyenda popular, la que
cuenta como el mismísimo diablo utilizaba este lugar para realizar actos de
brujería y desde el cual lanzaba al abismo a todos los curiosos que se atrevían
a entrometerse en sus actos satánicos.
Muy cerca de este magnífico mirador,
se pueden visitar otros lugares de gran interés paisajístico que se encuentra a
escasa distancia como pueden ser La Ciudad encantada, la laguna de uña o Los
callejones de las Majadas. Localidades como Tragacete o la propia ciudad de
Cuenca son dignas de admirar, en cuanto a la gastronomía de la zona hay que
destacar platos tradicionales conquenses como el ajoarriero o el morteruelo y
por supuesto la carne de origen cinegético.
JOSE ANGEL MACHO BARRAGUES. INGENIERO AGRÓNOMO.
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