26 de agosto de 2020

Paisajes de Foto: El Huso

Esta formación rocosa es un monumento de la naturaleza conocida como el Huso y se encuentra ubicada en el emblemático barranco de la Hoz, situado a orillas del río Gallo, concretamente en la localidad alcarreña de Corduente.

El Parque Natural del Alto Tajo es sin duda alguna un paraíso abrupto, salvaje y asombroso en todos sus rincones, uno de los más destacados es el enigmático Barranco de la Hoz, donde el río Gallo es salvaguardado por farallones gigantes rojizos, color otorgado por las areniscas que se incrustan en las rocas que los forman.

El Huso es una formación geológica muy singular con forma de monolito compuesta por areniscas y conglomerados que se encuentra aislado y recibe su nombre por su parecido con una de las piezas que formaban parte de los antiguos telares. El arrastre del agua junto con la erosión provocada por otros factores como el viento o las raíces de la vegetación fueron creando hace millones de años estas figuras en forma de monolito separadas del propio barranco, siendo El Huso una de las más destacadas dentro de este entorno. La unidad principal de la vegetación que forma este entorno es el pino rodeno, acompañando al río Gallo también aparecen especies frondosas típicas del bosque de ribera. Respecto a la fauna destacan especies como el buitre leonado y otras rapaces como el águila real que suelen anidan en las zonas altas del barranco.

En las cercanías de este paisaje podemos disfrutar de la subida a pie a los páramos y miradores del propio barranco de la Hoz o visitar la cercana localidad de Molina de Aragón que destaca por su importante interés histórico y artístico, siendo la capital y referente del señorío de Molina-Alto Tajo.


 

24 de agosto de 2020

Arquitectura del paisaje: el puente medieval de Valdesotos

 EL PUENTE MEDIEVAL DE VALDESOTOS

El camino natural hacía el legado de El Rey Alfonso VIII de Castilla

Sin duda alguna, la Sierra Norte de Guadalajara posee innumerables tesoros dispersados a lo largo de toda su extensión, estas joyas son tanto naturales como arquitectónicas, en este caso nos detenemos en descubrir esta pasarela, que permitió en tiempos del medievo vadear un seguramente mucho más potente y caudaloso río Jarama del que disfrutamos en la actualidad.

Para acceder a él, será necesarios unos metros después de cruzar el puente moderno de la carretera Gu-195 que nos lleva hasta la pequeña localidad de Valdesotos, mirar a nuestra izquierda y admirar este fantástico emblema de la arquitectura rural conocido erróneamente como puente romano de Valdesotos. Este puente histórico datado aproximadamente sobre el siglo XII fue un paso de transito de cierta importancia, ya que era una de las mejores formas de vadear el río Jarama para poder llegar hasta el monasterio cisterciense Santa María de Bonaval, cuyas tierras en las que se asienta fueron donadas a esta orden directamente por el rey Alfonso VIII de Castilla con el fin de frenar un posible avance árabe durante la época de la reconquista.


Se trata de un puente construido en roca caliza que cuenta con tres ojos, uno central de mayor tamaño y dos en los laterales, su estado de conservación en la actualidad es óptimo, pero carece apenas de mantenimiento. Se encuentra encuadrado en un entorno de bosque de ribera, escoltado por diferentes cortados calizos en los laterales y pequeñas tierras de labor prácticamente abandonadas donde destacan vetustos olivares, dato muy curioso dada la difícil adaptación de este cultivo a las zonas serranas. Las panorámicas desde el puente con el paso de un río Jarama bravo en su curso alto resultan espectaculares siendo un momento ideal para la meditación al poder llegar a emulsionarnos con la naturaleza, ya que por momentos podremos viajar a una época medieval en auge y escuchar los carruajes que se desplazaban hasta el afamado monasterio de Bonaval.

En las inmediaciones, destacan otros paisajes naturales como el singular Chorro de Valdesotos o las espectaculares Cárcavas de Puebla del Vallés. Sin duda alguna, en estas poblaciones se podrá pasear y conocer con mayor exactitud el día a día de la vida serrana en la actualidad.

19 de agosto de 2020

Arquitectura del Paisaje: La ermita de Santa Coloma

Esta nueva sección del blog está creada para destacar los elementos arquitectónicos que acompañan y dan grandeza a nuestros paisajes y nuestra naturaleza, en ella tendrán cabida castillos, murallas, puentes, ermitas y demás construcciones que nos ayudan además a conocer su historia y su relación con el medio ambiente que los rodea. Para este primer artículo, viajamos a la desconocida y escondida Sierra Norte de Guadalajara donde podemos disfrutar de una de las mayores muestras de su Arte Románico Rural, la espectacular ermita de Santa Coloma, situada en la localidad alcarreña de Albendiego.

Este tipo de arquitectura es una de las más destacadas del medievo castellano, destaca por su sencillez, la situación elegida y la singularidad de los materiales elegidos para su construcción. Se puede decir que esta ermita es la joya de la corona, si la comparamos con sus ermitas vecinas y contemporáneas de Campisábalos y Villacadima. Llama la atención su grandiosidad y sin duda alguna, destaca por su esplendoroso ábside con clara influencia mudéjar. Declarada Monumento Histótico-artistico en 1965 fue habitada por monjes canónigos, esta construcción se encuentra ubicada concretamente en El Paraje Natural de la Sierra de la Pela, se trata de un gran Paramo situado en la parte Norte de la provincia de Guadalajara, siendo limite natural con las provincias de Segovia y Soria.

En el entorno de este paisaje destaca especies vegetales arbustivas como el tomillo, la jara y el brezo, especies arbóreas como el pino resinero (de repoblación), encinas y enebros. Otras formaciones muy características de la zona son los pastizales, lugar de recogida del ganado, principalmente vacuno de carne y ovino. En cuanto a la fauna, destacan especies cinegéticas como el corzo y el jabalí y aves como el águila Real, el milano o el buitre leonado. El agua tiene una gran importancia en este ambiente serrano, registrándose una gran presencia de ríos y arroyos, en esta ocasión el río Manadero escolta a nuestra protagonista, se trata de un afluente del Bornova, y permite que especies de anfibios como el sapo partero o la ranita de San Antón, junto a otras especies puramente fluviales como la nutria, el cangrejo señal o la trucha común tengan una gran representación en el entorno. En las praderas, no resulta extraña la presencia de la víbora hocicuda, sobretodo los meses de primavera y principios de verano, registrándose cada cierto tiempo picaduras en humanos.


El acceso a la ermita es fácil habrá que dirigirse a la población de Albendiego y una vez dentro de su casco urbano hay un camino asfaltado que nos aleja unos 300 m y que llega directamente a la ermita y el cementerio. En su entorno, destacan otros espacios naturales como La Laguna de Somolinos, El hayedo de Tejera Negra o La Reserva Fluvial del Rio Pelagallinas. Localidades como Galve de Sorbe, Cantalojas o Atienza son dignos de admirar por sus construcciones serranas y su excelente gastronomía.  

JOSE ANGEL MACHO. INGENIERO AGRONOMO. 2020

11 de agosto de 2020

PAISAJES DE FOTO: PLAYA CUESTA MANELI

Situada en el mismo Parque Natural del entorno de Doñana, esta espectacular playa es hoy en día uno de los mejores exponentes de la gran naturaleza costera que atesora nuestro país. Dentro de este paisaje puramente litoral, se diferencian tres unidades de biotopos: El Médano, el Acantilado y la propia playa.

EL Médano es la unidad paisajística más singular de este entorno, se trata de un sistema de dunas formadas por la acumulación de arena debido a la acción constante del viento. Este “mar de arena” se encuentra jalonado por diferentes tipos de plantas totalmente adaptadas a este medio hostil. En el Médano se encuentra el sendero de cuesta Maneli, el cual conduce directamente a la propia playa a través de una espectacular pasarela de madera que atraviesa este paisaje dunar donde se pueden observar algunas de las especies más representativas de esta vegetación que vive al límite como son el pino piñonero, el jabuarzo o el icónico lirio del mediterráneo.

Una vez superado el paisaje arenoso del Médano, se llega a El acantilado del Asperillo, puerta de entrada a la impresionante Playa Cuesta Maneli. Catalogado como Monumento Natural por la Junta de Andalucía, se trata de una mole de arena formada por diferentes capas con tonalidades que van del ocre al blanco marfil, en sus inmediaciones sobrevuelan diferentes tipos de aves costeras como charranes, gaviotas y chorlitejos, reptiles como la tortuga mora o la víbora hocicuda viven en sus recónditos e inaccesibles recovecos.

Por último, la propia playa de fina arena resulta espectacular para disfrutar de un paisaje único en un enclave que fue cuna de civilizaciones arcaicas como los desconocidos y enigmáticos Tartessos y donde en pleno siglo XXI se puede disfrutar de la naturaleza ibérica más salvaje.

El entorno de este paraje natural tiene multitud de ingredientes que hacen que este lugar sea paso obligatorio para los amantes de la naturaleza; bosques, dunas y marismas donde se encuentran los animales más emblemáticos y amenazadas de nuestra fauna ibérica. Existen otros lugares cercanos destacados que resultan imprescindibles de disfrutar como la célebre Aldea del Rocío, núcleo dedicado enteramente al caballo y la devoción a su virgen. Además, dentro de los numerosos espacios naturales cercanos destacan humedales como Las Marismas del Odiel o las de Doñana y zonas boscosas como El coto del rey o La cañada mayor donde perduran dos de las especies ibéricas más amenazadas, El amenazado Lince ibérico y  la imponente Águila Imperial.

 

JOSE ANGEL MACHO BARRAGUES. INGENIERO AGRONOMO