En muchas ocasiones los árboles
son los principales arquitectos del paisaje, ese es el caso de este magnífico ejemplar
de pino piñonero que se encuentra en la provincia de Huelva, muy cerca del parador
de la localidad onubense de Mazagón y su espectacular playa. Catalogado por la
junta de Andalucía como Monumento Natural, se trata de un árbol de la especie Pinus
Pinea (pino piñonero) que destaca por su baja altura de fuste, al contrario
de lo que suele ser normal en esta especie de conífera, y en segundo lugar por
sus largas y retorcidas ramas secundarias que le permiten ocupar una gran
superficie otorgándole una forma espectacular y poco común. También es de
destacar su edad, ya que se estima que tiene una edad aproximada de 400 años. El
entorno en el que se ubica hace mucho más singular este precioso ejemplar de
pino que aparece franqueado por los acantilados y dunas del asperillo, el
majestuoso Parador de Mazagón y el océano atlántico más salvaje.
Aunque la mayor importancia que
recae sobre el pino centenario es ser el embajador de uno de los bosques más
representativos de la provincia de Huelva, con una larga tradición que va desde
los tiempos de los grandes conquistadores hasta la actualidad más cercana. No
en vano, las masas boscosas sobre suelos arenosos de esta especie de pino son
uno de los mayores emblemas del Parque Nacional de Doñana. Gracias a su
naturalización mediante intensivos trabajos de reforestación que comenzaron
durante el siglo XVIII y que fueron intensificados y profesionalizados a
mediados del siglo XX, el resultado actual es un ecosistema único en el mundo
en el que se pueden encontrar algunas de las especies más emblemáticas de la
fauna ibérica tales como el lince, el águila imperial, el meloncillo o la
tortuga mora.
Además de este Monumento Natural
y el Parque Nacional de Doñana, en las inmediaciones de esta región se podrá
disfrutar de más de una decena de playas espectaculares de arena fina y grandes
extensiones. Destacan también otros espacios naturales muy cercanos como La
flecha del rompido o las marismas de los ríos tinto y Odiel. En cuanto a la
gastronomía destaca la archiconocida gamba blanca, los chocos, las coquinas y las
sabrosas carnes y chacinas de cerdo ibérico provenientes de las muy próximas sierras
onubenses.