Situado en pleno corazón del
Parque Nacional de Monfragüe, joya de la naturaleza de Extremadura, esta mole
de cuarcita se eleva varios metros sobre las aguas del río Tajo formando un
paisaje espectacular. En el conjunto de este Parque Nacional destacan agentes
paisajísticos como los cauces de los ríos Tajo y Tiétar, los roquedos que han
ido moldeando estas cuencas fluviales y una gran extensión de bosque de
matorral mediterráneo en perfecto estado de conservación que jalona las sierras
que lo rodean.
En cuanto al paisaje de la foto,
esta espectacular formación rocosa que cuenta con millones de años de
antigüedad y cuyo componente principal es la cuarcita armónica, ha sido
moldeada a lo largo del paso de los años por las aguas cristalinas del río Tajo
dibujando un paisaje asombroso. También conocido como Roquedo de PeñaFalcón, este paisaje ibérico por excelencia es un punto de referencia de la ornitología
y de la flora mediterránea. Este peñasco alberga numerosos nidos de buitre
leonado principalmente, aunque es posible dependiendo de la época del año
divisar distintos ejemplares de cigüeña negra, alimoche, buitre negro o incluso
halcón peregrino. Otro aspecto a destacar del paisaje es el contraste que
otorgan las aguas cristalinas del río Tajo a su paso por este titán de la
naturaleza, estas aguas puras albergan especies autóctonas de peces como la
carpa común, el barbo o la boga. Debido
a su grandiosidad, este coloso hercúleo permite ser contemplado sin
interrupción durante largos periodos ya que, aparte de poder ver una gran
colonia de aves, también es posible observar en sus laderas distintas
formaciones vegetales adaptadas a un medio especialmente desfavorable para su
desarrollo como son el ombligo de venus, dedaleras, enebros e incluso pequeñas
encinas. Por lo tanto, si existe una palabra que defina este enclave esa es Biodiversidad.
La curiosidad de su nombre tiene
una explicación, ya que según la leyenda un bandido gitano que solía realizar
asaltos en la zona de esta sierra, un día al verse perseguido decidió
refugiarse de la guardia civil en las cumbres de este enclave rocoso, hasta que
llegó un momento en que estaba totalmente cercado por los guardias consiguiendo
escapar realizando un salto espectacular hasta una roca aislada dejando a sus
perseguidores petrificados, de ahí la forma de tricornio que tiene una de las
rocas que forma en la actualidad este fantástico paisaje de leyenda.
Además de este espectacular
enclave, este Parque Nacional también ofrece otros lugares de gran interés como
el castillo de Monfragüe, el puente del cardenal o el mirador de la Portilla
del Tiétar. Grandes poblaciones relativamente cercanas como Plasencia, Navalmoral
de la Mata o Trujillo nos permitirán degustar platos pastoriles típicos de los
cuales dentro de una larga lista destacamos la caldereta de cordero acompañada
de ricos entrantes a base de quesos de la tierra y embutidos de cerdos ibéricos
criados y alimentados en las extensas dehesas de Monfragüe y sus alrededores.
JOSE ANGEL MACHO BARRAGUES. INGENIERO AGRONOMO. 2019
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