Esta nueva sección del blog está
creada para destacar los elementos arquitectónicos que acompañan y dan grandeza
a nuestros paisajes y nuestra naturaleza, en ella tendrán cabida castillos,
murallas, puentes, ermitas y demás construcciones que nos ayudan además a
conocer su historia y su relación con el medio ambiente que los rodea. Para este primer artículo, viajamos a
la desconocida y escondida Sierra Norte de Guadalajara donde podemos disfrutar
de una de las mayores muestras de su Arte Románico Rural, la espectacular
ermita de Santa Coloma, situada en la localidad alcarreña de Albendiego.
Este tipo de arquitectura es una
de las más destacadas del medievo castellano, destaca por su sencillez, la situación
elegida y la singularidad de los materiales elegidos para su construcción. Se puede decir que esta ermita es
la joya de la corona, si la comparamos con sus ermitas vecinas y contemporáneas
de Campisábalos y Villacadima. Llama la atención su grandiosidad y sin duda
alguna, destaca por su esplendoroso ábside con clara influencia mudéjar. Declarada Monumento Histótico-artistico en 1965 fue habitada por monjes canónigos, esta
construcción se encuentra ubicada concretamente en El Paraje Natural de la
Sierra de la Pela, se trata de un gran Paramo situado en la parte Norte de la
provincia de Guadalajara, siendo limite natural con las provincias de Segovia y
Soria.
En el entorno de este paisaje destaca especies vegetales arbustivas como el tomillo, la jara y el brezo, especies arbóreas como el pino resinero (de repoblación), encinas y enebros. Otras formaciones muy características de la zona son los pastizales, lugar de recogida del ganado, principalmente vacuno de carne y ovino. En cuanto a la fauna, destacan especies cinegéticas como el corzo y el jabalí y aves como el águila Real, el milano o el buitre leonado. El agua tiene una gran importancia en este ambiente serrano, registrándose una gran presencia de ríos y arroyos, en esta ocasión el río Manadero escolta a nuestra protagonista, se trata de un afluente del Bornova, y permite que especies de anfibios como el sapo partero o la ranita de San Antón, junto a otras especies puramente fluviales como la nutria, el cangrejo señal o la trucha común tengan una gran representación en el entorno. En las praderas, no resulta extraña la presencia de la víbora hocicuda, sobretodo los meses de primavera y principios de verano, registrándose cada cierto tiempo picaduras en humanos.
El acceso a la ermita es fácil habrá que dirigirse a la población de Albendiego y una vez dentro de su casco urbano hay un camino asfaltado que nos aleja unos 300 m y que llega directamente a la ermita y el cementerio. En su entorno, destacan otros espacios naturales como La Laguna de Somolinos, El hayedo de Tejera Negra o La Reserva Fluvial del Rio Pelagallinas. Localidades como Galve de Sorbe, Cantalojas o Atienza son dignos de admirar por sus construcciones serranas y su excelente gastronomía.
JOSE ANGEL MACHO. INGENIERO AGRONOMO. 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario