13 de octubre de 2013

LA YECLA Y EL SABINAR DE ARLANZA

LA YECLA Y LOS SABINARES DE ARLANZA

Existen en España numerosos pequeños lugares con una gran importancia paisajística digna de estudio. Este es el caso de “La Yecla”, paraje natural enmarcado en la localidad de Santo Domingo de Silos, municipio situado en el sur de la provincia de Burgos.
Este fantástico enclave está incluido en el espacio natural protegido de la “La Yecla y los sabinares de Arlanza”, que cuenta con una superficie de aproximadamente unas 26.000 ha y en cuyo interior se dan cabida diferentes ambientes naturales como la propia Yecla, el valle medio del Arlanza, las Peñas de Cervera, el Cañón del río Mataviejas, la Meseta de Carazo, el Monte Gayubar y la Sierra de las Mamblas.
El desfiladero de la Yecla en sí, es una garganta estrecha y abismal de unos 600 m de longitud  que ha sido excavada por el arroyo del Helechal sobre la roca caliza que conforma las peñas de Cervera y en cuyo interior se alojan múltiples formas geológicas que se entrelazan con pequeñas cascadas y saltos de agua, que junto a su estrechez crean una sensación de aventura en su interior que resulta única para los visitantes. Su grandeza y particularidad le permite albergar diferentes configuraciones geológicas como las “marmitas de gigante” cuyo nombre desborda fantasía y magia a raudales; se trata de formaciones de origen fluvial creadas por la acción de arrastre giratorio de fragmentos de piedras que van erosionando el terreno en forma circular originando depresiones esféricas que en la mayoría de las ocasiones acogen agua en su interior. Es posible ver y disfrutar del paisaje de este gruta desde dentro a través de las múltiples pasarelas y puentes colgantes anclados en los laterales que se han instalado a lo largo de esta fantástica e irrepetible garganta.

El viaje no acaba aquí, ya que los numerosos paisajes que ofrece este gran espacio natural protegido burgalés nos invitan a disfrutar de su naturaleza y adentrarse en esta tierra de héroes cuyos caminos y senderos fueron recorridos por el propio Rodrigo Díaz de Vivar (El Cid) y sus tropas en el siglo XI. La geología tiene una gran importancia en el desarrollo de este paisaje agreste modelado por la acción del agua sobre rocas calizas que ha ido dando lugar a diferentes formaciones a lo largo de su extensión. Este paisaje abrupto, colonizado por rocas calcáreas que forman un karst único en España y que jalonan toda su orografía de desfiladeros, grutas, simas, peñas y cantiles que modifican el relieve ofreciendo estampas únicas en las que siempre quedan presentes como espectadoras las sabinas, árbol por excelencia en todo este territorio.  Joyas del arte románico como el monasterio de San Pedro de Arlanza otorgan un valor arquitectónico e histórico al paisaje que envuelve y acoge este magnifico cenobio cuya inaccesibilidad ha permitido que su estructura principal  haya perdurado en la eternidad del tiempo.  Los cañones y cuevas escavadas en la roca caliza por el avance del río Arlanza ha permitido cobijar en sus alrededores multitud de ermitas que en la actualidad están repartidas de forma heterogénea por toda esta región burgalesa; todos estos santuarios están totalmente integrados en el paisaje y le añaden un toque romántico que no hace otra cosa si no que resaltar sus atributos. Profundizar en estos extensos sabinares puede recompensarnos con tesoros de la naturaleza en forma de árboles milenarios, espectadores incluso del rodaje de de la mítica película de Clint Eastwood, el bueno, el feo y el malo. Además, esta región alberga en diferentes espacios auténticos fósiles, que emergen a estratos superiores debido a erosiones producidas por la acción del agua desde tiempos antediluvianos sobre materiales calizos de origen cretácico que en sus orígenes se encontraban bajo las aguas del mar dando cobijo a caracolas, estrellas y otros seres prehistóricos marinos.
 La vegetación en éste área burgalesa está caracterizada por la presencia de numerosos ejemplares de sabinas albares, no obstante se trata de uno de los mayores sabinares de Europa; junto a este arbusto de porte arbóreo destaca la presencia de encinas, pinos, quejigos y rebollos. En los pisos inferiores predominan el tomillo, la lavándula y la gayuba Acompañando al río Arlanza aparece el bosque de ribera, con destacada presencia de chopos, sauces y  juncos. Respecto a la fauna, la particular orografía del terreno ha provocado que exista una destacada presencia de diferentes especies de aves rapaces, no en vano gran parte de este espacio natural esta catalogada como zona ZEPA (Zona de especial protección para las aves) algunas de ellas son el buitre leonado, el águila perdicera o el escurridizo alimoche; que conviven con  mamíferos como el lobo, el jabalí, el corzo y la nutria.
Existen numerosas rutas senderistas como la que comienza partiendo de la localidad de Espinosa de Cervera en la cual se puede disfrutar de un recorrido de unos 15 Km. por el cual se recorre una pequeña parte de el sabinar de Arlanza en su máximo esplendor; todo ello salpicado de ermitas, cortados, arroyos y árboles singulares. Otras alternativas son la “ruta de las peñas de carazo”, que parte de la localidad que lleva el mismo nombre, donde se pueden observar sus peñas, acantilados, escarpes y cortados o los diferentes caminos que recorren la Sierra de las Mamblas partiendo de Hortigüela o Mercerreyes donde podremos disfrutar de diferentes panorámicas del valle de Arlanza y la Peña Gayubar. Otras rutas de interés se pueden consultar en la página Web de ADECOAR donde encontraremos mapas detallados de diferentes rutas senderistas que recorren la comarca.

En sus inmediaciones son numerosos los lugares de visita obligada, la villa medieval de Covarrubias, el claustro románico de Santo Domingo de Silos o la localidad de Salas de los Infantes. Además en su territorio son numerosas las pequeñas poblaciones que poseen un encanto especial, como por ejemplo Tejada, lugar de peregrinaje para los estudiosos de los fósiles, o la misma Hortigüela con el majestuoso monasterio de San Pedro de Arlanza, considerado cuna de castilla y del castellano. Asimismo, este fantástico lugar se encuentra a escasos kilómetros de otros magníficos paisajes naturales como el cañón del río lobos y la sierra de la demanda. En este intenso viaje naturaleza, arte, cultura y gastronomía van unidas de la mano recorriendo las regiones burgalesas de Arlanza y Ribera del Duero.








JOSE ANGEL MACHO BARRAGUES


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